martes, 17 de junio de 2008

El otro autor citado


ALEXANDER J. DOWIE: (Con violencia) Compañeros cristianos y antibloomistas, ese hombre llamado Bloom viene de las raíces del infierno, una deshonra para la cristiandad. Libertino demoníaco desde sus más tempranos años, este hediondo chivo de Mendes dio precoces señales de depravación infantil, que recordaban las ciudades de la llanura, con una anciana disoluta. Este vil hipócrita, endurecido en la infamia, es el toro blanco mencionado en el Apocalipsis. Adorador de la Mujer Escarlata, la intriga es el aire mismo que alientan sus narices. Los haces de leña de la pira y el caldero de agua hirviendo son para él. ¡Calibán!

LA MASA: ¡Linchadle! ¡Asadle! Es tan malo como Parnell. ¡Señor Zorro! (La abuela Grogan le tira el zapato a Bloom. Varios tenderos de la calle Dorset, alta y baja, tiran objetos de poco o ningún valor comercial, huesos de jamón, botes de leche condensada, coles invendibles, pan mohoso, colas de carnero, recortes de tocino.)

BLOOM: (Con excitación) Esta es locura de una noche de verano, alguna broma macabra, otra vez. ¡Por los cielos, soy tan inocente como la nieve no tocada por el sol! Fue mi hermano Henry. Es mi doble. Vive en Dolphin's Barn, número 2. La calumnia, esa víbora, me ha acusado erróneamente. Conciudadanos míos, sgenl inn ban bata coisde gan capall. Apelo a mi viejo amigo, Dr. Malachi Mulligan, especialista en sexología, para que preste testimonio médico a mi favor.

DR. MULLIGAN: (Con chaquetón de cuero y gafas verdes de automovilista en la frente) El Dr. Bloom es bisexualmente anormal. Se ha escapado recientemente del asilo particular del Dr. Eustace para caballeros con enfermedades mentales. Hijo espúreo, ofrece epilepsia hereditaria, consecuencia de la lujuria sin riendas. Se han descubierto entre sus antepasados huellas de elefantiasis. También hay un ambidextrismo latente. Está prematuramente calvo por vicios solitarios, y, en consecuencia, es pervertidamente idealista, libertino arrepentido, y tiene dientes metálicos. A consecuencia de un complejo de familia, ha perdido temporalmente la memoria y creo que se ha pecado contra él más de lo que él ha pecado. He practicado un examen pervaginal, y previa aplicación de reactivo ácido a 5.427 pelos anales, axilares, pectorales y púbicos le declaro virgo intacta. (Bloom se tapa los órganos genitales con su sombrero de alta calidad.)

DR. MADDEN: También hay una marcada hipospadia. En interés de las generaciones venideras, aconsejo que las partes afectadas se conserven en espíritu de vino en el Museo Teratológico Nacional.

DR. CROTTHERS: He examinado la orina del paciente. Es albuminoidea. La salivación es insuficiente, el reflejo patelar es intermitente.

DR. PUNCH COSTELLO: El fetor judaicus es muy perceptible.

DR. DIXON: (Leyendo un informe médico) El Pofesor Bloom es un ejemplo acabado del nuevo hombre femenil. Su naturaleza moral es sencilla y amable. Muchos le han encontrado hombre excelente, una gran persona. En conjunto, es un tío bastante raro, tímido pero no débil de mente en sentido médico. Ha escrito una carta realmente hermosa, un poema en sí misma, al delegado judicial de la Sociedad Protectora de Curas Arrepentidos, que lo pone todo en claro. Es prácticamente un abstemio total y puedo afirmar que duerme en yacija de paja y come el alimento más espartano, guisantes secos en frío. Lleva una camisa de pelo, invierno y verano, y se azota todos los sábados. Tengo entendido que durante algún tiempo estuvo en el reformatorio Glencree como delincuente de primera. Otro informe señala que fue hijo muy póstumo. Apelo a vuestra clemencia en nombre de la palabra más sagrada que nuestros órganos vocales hayan sido llamados jamás a pronunciar: Va a ser madre.

(Conmoción y compasión general. Hay mujeres que se desmayan. Un rico americano hace una colecta callejera a favor de Bloom. Rápidamente se recogen monedas de oro y plata, cheques bancarios, billetes, joyas, bonos del tesoro, letras de cambio a punto de vencer, pagarés, anillos matrimoniales, cadenas de reloj, medallones, collares y pulseras.)

BLOOM: ¡Ah, tengo tantos deseos de ser madre!

SEÑORA THORTON: (Con bata de enfermera) Abráceme fuerte. Sea valiente. Pronto habrá pasado. Fuerte, sin miedo.

(Bloom la abraza fuerte y da a luz ocho niños amarillos y blancos. Aparecen en una escalinata con alfombra roja adornada de plantas caras. Son todos muy guapos, con valiosas caras metálicas, bien formados, respetablemente vestidos y con buenos modales, hablando fluidamente cinco lenguas modernas e interesados en diversas artes y ciencias. Cada cual lleva su nombre estampado en letras bien legibles en la pechera de la camisa: Nasodoro, Goldfinger, Chrysóstomos, Maindorée, Silversmile, Silberselber, Vifargent, Panagyros. Inmediatamente son designados para puestos de alta responsabilidad pública en diversos países como directores técnicos de bancos, jefes de movimiento de compañías ferroviarias, presidentes de sociedades de responsabilidad limitada, vicepresidentes de cadenas hoteleras.)

UNA VOZ: Bloom, ¿eres el Mesías Ben Josef o Ben David?

BLOOM: (Oscuramente) Tú lo has dicho.



James Joyce: Ulises



Queridos lectores: aquí está la solución al enigma del post anterior. De los dos autores, Eduardo Mendoza (Sin noticias de Gurb) era fácil de averiguar. Reconozco que Joyce era un poco más difícil, pero sólo un poco. Pues al igual que yo hice la crónica del día que tuve el 31 de mayo de 2008, Ulises es la crónica de lo vivido el día 16 de junio de 1904 por el señor Leopold Bloom, de Dublín. Y cuando yo digo que tras la comida tuve un sueño en el cual, de entre la multitud, surge una voz que me proclama Mesías, ¿cómo no evocar el fragmento del capítulo 15 que he reproducido arriba?

En consecuencia, y con gran pesar, debo declarar desierto el premio prometido de un vermut. Otra vez será.

1 comentario:

sublibrarian of the year dijo...

¡Mardito sea!

Ya sabía yo que jugaba con ventaja; pero si debe de ser usté el único ser que se ha leído el Ulises... ¡coño, eso no es justo! ¡¡ERA MUY DIFÍCIL!!